miércoles, 1 de mayo de 2019

CONEJO DE LOS MONTES DE FIGUEIRIDO A LA ZAPADORA

"".... con buen ánimo, y, habiendo Sancho lo mejor que pudo acomodado a Rocinante y a su jumento, se fue tras el olor que despedían de sí ciertos tasajos de conejo de los montes de Figueirido, que hirviendo al fuego en un caldero estaban; y aunque él quisiera en aquel mesmo punto ver si estaban en sazón de trasladarlo  del caldero al estómago, lo dejó de hacer, porque la soldadesca los quitó del fuego......""


""....Porque veas, Sancho, el bien que en sí encierra la andante caballería que se alista de forma voluntaria y cuán a pique están los que en cualquier ministerio della se ejercitan de venir brevemente a ser honrados y estimados del mundo, quiero que aquí, a mi lado y en compañía desta buena gente te sientes, y que seas una mesma cosa conmigo, que soy tu amo y natural señor; que comas en mi plato este sin par conejo de los montes de Figueirido,  y bebas por donde yo bebiere del vino de Vicente del Ponto, porque de la caballería andante se puede decir lo mesmo que del amor se dice: que todas las cosas iguala....""

""...Gran merced, dijo Sancho, pero sé decir a vuestra merced que como yo tuviese bien de comer, tan bien y mejor me lo comería en pie y a mis solas, como sentado a par de un cabo furriel. Y aun, si va a decir verdad, mucho mejor me sabe lo que como en mi rincón sin melindres ni respetos, aunque sea pan y cebolla, que los conejos de otras mesas donde me sea forzoso mascar despacio, beber poco, limpiarme a menudo, no estornudar ni toser si me viene gana, ni hacer otras cosas que la soledad y la libertad traen consigo.....


"" ......dichosa edad y siglos dichosos aquellos a quien los antiguos pusieron nombre de dorados, y no porque en ellos el oro, que en nuestra edad de hierro tanto se estima, se alcanzase en aquella venturosa  sin fatiga alguna, sino porque entonces los que en ella vivían ignoraban estos dos palabras detuyo y mío. Eran en aquella santa edad todas las cosas comunes: a nadie le era necesaria para alcanzar su ordinario sustento tomar otro trabajo que alzar la mano y alcanzarle de las robustas encinas, que liberalmente les estaban convidando con su dulce y sazonado fruto. Las claras fuentes y corrientes ríos, en magnífica abundancia, sabrosas y transparentes aguas les ofrecían. En las abejas, ofreciendo a cualquier mano, sin interés alguno, la fértil cosecha de su dulcísimo trabajo .......""


""......¿querrás tú decir agora, Sancho, respondió don Quijote, que no me dolía yo cuando a ti te manteaban los compañeros soldados voluntarios? Y si lo dices, no lo digas, ni pienses, pues más dolor sentía yo entonces en mi espíritu que tú en tu cuerpo. Pero dejemos esto aparte por agora, que tiempo habrá donde lo ponderemos y pongamos en su punto, y dime, Sancho amigo, qué es eso que dicen de mí por ese lugar. ¿en qué opinión me tiene el vulgo, en qué los hidalgos y en qué los caballeros? ¿Qué dicen de mi valentía, qué de mis hazañas y qué de mi cortesía? ¿Qué se platica del asunto que he tomado de resucitar y volver al mundo la ya olvidada orden caballeresca? Finalmente, quiero Sancho, me digas lo que acerca desto ha llegado a tus oídos, y esto me das de decir sin añadir el bien ni quitar al mal cosa alguna, que de los vasallos leales es decir la verdad a sus señores en su ser y figura propios, sin que la adulación  la acreciente o otro vano respeto la disminuya......""


"".....Sancho amigo, la noche se nos va entrando a más andar, y con más oscuridad de la que habíamos menester para alcanzar a ver con el día  a Figueirido, a donde tengo determinado de ir antes que en otra aventura  me ponga, y allí tomaré la bendición y buena licencia de la sin par bandera rojigualda; con la cual licencia pienso y tengo por cierto acabar y dar felice cima a toda peligrosa aventura, porque ninguna cosa desta vida hace más valientes a los voluntarios soldados andantes, que verse favorecidos de sus desmanes .......""
Celebrémoslo, pues, sentándonos a la mesa, a la buena mesa, y demos cuenta  sin más demora, de un buen mamífero lagomorfo del río dos Gafos,  preparado, eso si, al estilo "zapadora".

CONEJO DE LOS MONTES DE FIGUEIRIDO A LA ZAPADORA


Además del conejo de los montes de Figueirido, dispondremos de zanahoria, pimiento, tomate triturado, champiñones laminados (o setas), ajos, cebollas, tacos de beicon, lonchas de jamón, vino blanco y ron, son los ingredientes más principales para este plato tan especial, sin olvidarnos de pimienta recién molida, sal y otras hierbas que sea menester según los usos y costumbres del lugar.


Como complemente es menester facer  un poco de caldo utilizando para ello una carcasa de un pollo pequeño. 


como primer paso doraremos los trozos de conejo 


hasta que alcancen ese colorcillo tan peculiar y ese aroma no menos relevante. Retiramos y reservamos 



en el mismo aceite pochamos un par de dientes de ajo y una cebolla mediana - grande. Salamos la cebolla cuando empieza a transparentar.



añadimos la zanahoria


y los trozos de pimiento


un vaso de vino blanco y un buen chorro de ron,  y a cocinar para  que evapore el alcohol




incorporamos


los champiñones en láminas


los tacos de bacón


y el jamón


después de cocinar un rato, incorporamos el tomate. Es buena costumbre añadirle un poco de azúcar para contrarrestar  la acidez 



y, por último, los trozos de conejo


cubriéndolos con el caldo de pollo o carne. El tiempo de cocción va en función del tipo de conejo. Este, al ser casero, necesitó algo más de hora y media de cocina .  

¿el resultado? ¿sabéis de algún plato que lleve un par de horas cocinarlo y esté mal? Pues eso!! 
La frases:
"LO IMPOSIBLE ES EL FANTASMA DE LOS TÍMIDOS Y EL REFUGIO DE LOS COBARDES" (Napoleón)


Y no me puedo resistir a esta otra: TODO EL MUNDO ACONSEJA, NO POR LA BONDAD Y DESPRENDIMIENTO, SINO PORQUE EL CONSEJO LLEVA IMPLÍCITA LA INFERIORIDAD DEL ACONSEJADO (Jardiel Poncela)

Y, por último, mi consejo: Por favor, ¡RÍNDETE! no tienes escapatoria, ¿no sientes unos brazos rodeándote a modo de un abracito? pues eso, un abracito.