martes, 23 de junio de 2020

UN SAN JUAN SINGULAR

Hola Juan, seguro que este título, el de esta entrada dedicada a tu fiesta, que ya es una tradición de años, te chocará y te preguntarás qué es lo que tiene de singular, de atípico, el San Juan de este año.


Colas en el Orzán para acceder a la playa.


Esta foto de ayer, si te fijas, es de la playa de Riazor - Orzán tomada desde la playa del Matadero, y toda esa gente que está arrimada al balaustre no es porque esté observando un rescate de un accidentado, o un llamativo toples veinteañero, o su antagónico septuagenario, no, toda esa gente está guardando cola para poder entrar en la playa que, como ves, está regulada (la entrada de gente) por un semáforo que, en este instante, está iluminando el rojo. A qué si nos lo hubieran contado de niños no lo hubiéramos creído?.

Colas de más de una hora para entrar en las playas de A Coruña en ...

Esta otra es desde el otro extremo de la playa, zona del Playa Club , y verás que no es un espejismo, no,  es la realidad que empezamos a vivir estos últimos meses y que va a hacer de nuestra forma de vivir algo completamente distinto a lo conocido hasta ahora por nosotros. No te explico más porque, seguro, tú desde tu casa, el Cielo, ves como nos están cambiando los hábitos, las costumbres, ...... por eso, este San Juan no es año de hogueras, sardinas, meigas, ..... este año es año de sentimientos, de recuerdos, de afectos, es un San Juan más espiritual que, seguro, hará que tanto los de aquí, nosotros, como vosotros, que ya vivís la paz para siempre, estemos más cerca si cabe. 
Pensar, pedir, rezar, orar, rogar, son deseos que andan rondando de vez en cuando en nuestras mentes y hacen que vivamos emociones que son la base nuestra espiritualidad y que dan algo de sentido a nuestra vida. ¿Qué sería de nuestra vida si no existiera el recuerdo que nos une eternamente?
No hace mucho tiempo leí un artículo firmado por el periodista Miguel Ángel Robles en donde se pregunta "¿qué es rezar?"  y, la verdad, me impactó tanto que me gustaría memorizar párrafos enteros. Transcribo algunos para que veas:

"Rezar es una declaración de amor por las personas que tienes en tus rezos. Es derramar tu cariño sobre los que más quieres y sentir el cariño de los que rezan por ti. 
Rezar es tener a otros en tus oraciones y estar en las oraciones de otro, que es mucho más que estar solo en su memoria.
Rezar, y sobre todo los que rezan por ti, es la mayor aspiración que uno puede tener en la vida. Un privilegio inmenso. Es querer tanto a alguien como para rezar por él, y que alguien te quiere como para rezar por ti. 
¿Cabe mayor orgullo? Existe mayor plenitud que la de saber que hay una madre, un hermano, un hijo o un amigo que quiere que Dios te proteja y te de salud, y te ilumine, te ayude, te acompañe y esté siempre contigo?

La gran diferencia entre orar y rezar

Rezar es tener fe. Tener fe en la vida, en las personas, en tus amigos, en tus hijos, en tus padres, ....
Rezar es un "SUPERPODER" que nos predispone al bien....
REZAR ES CREER Y SER PRACTICANTE DE UN MUNDO MEJOR".

Juan, hermano, después de leer y razonar lo escrito en este artículo, sé que acordarme de ti con más o menos frecuencia, ya no va a ser suficiente. A partir de ahora, si no sé, tendré que aprender a rezar,  a rezar por ti y por otras personas que habéis sido y sois imprescindibles en mi vida. Y lo mismo te pido a ti y a toda la buena gente que me rodea y me acompaña en mi día a día,  tener el privilegio inmenso de que alguien esté deseando que me pase lo mejor.

Ya ves, hermano, como te decía al principio, este San Juan es singular, pero no por ello va a ser menos importante en nuestro recuerdo imborrable. Repetí varias veces en algunas de estas cartas anuales que, además del Cielo en donde vives desde hace  23 años, vives también desde hace muchísimos más años en todos los corazones de los que te conocimos, que no deja de ser otra forma de cielo.

Juan, se acerca la hora, las 12 de la noche, hora de publicar lo escrito y a mi no se me olvida decirte lo de todos los años: 

Recibe de tu hermano Miguel un abracito con la misma intensidad de siempre, un beso de toda tu familia y, como no, todo el calor de esta casa siempre tuya y que siempre está.
Será aquí, en tu Tierra, como siempre, un día completamente luminoso y radiante. Pídele permiso al Presidente de la Comunidad de Vecinos del CIELO, sube el volumen al máximo, y despierta con esta ALBORADA a toda la buena gente  que te rodea: 





de los Relámpagos del año 1966. Te traerá buenos recuerdos