sábado, 4 de noviembre de 2023

QUÉ SE PUEDE HACER CUÁNDO TIENES EXCESO DE HUEVOS

 Y no caer en el marujeo. 

Mi amigo Cividanes, que es mi suministrador de cabecera de cereales con los que alimento a mi bichería, me dijo en una ocasión que, cuándo hay exceso de huevos, normalmente se hacen amigos, y dicho y hecho, ahí va una docena de los mismos



acompañada de su correspondiente cartón, que tienes que agenciártelo  tú y, como no compras huevos, que para eso los produces, pues es un bien escaso. Un lío, porque claro, si algún amigo te avisa que viene de visita a tu casa, no es correcto pedirle que, de paso, te traiga una huevera, eso le pone en antecedentes y le obligas a que venga acompañado de un par de kilos de arroz, como si fuera de boda ...., ¡vamos!, que puestos en situación, es capaz de soltar a la primera cerveza, un ¡viva los novios!

Lo de tener gallinas ponederas en tu casa, es andar un poco al libre albedrío, no puedes planificar cuántos huevos quieres cada día, no son máquinas expendedoras y, además, dependen de la época y el ciclo. ¿Cuántos huevos necesito en mi casa?, fácil respuesta para un gallego: DEPENDE, depende de varios factores, porque eso también depende, no de la época de la gallina, si no de las modas del momento. Hay médicos y nutricionistas que dicen ¡cuidado! más de tres huevos a la semana es un suicidio programado y, cambian los tiempos y las modas, y esos mismos se apuntan a predicar que los huevos son un super alimento cargado de la mejor proteína y ¡qué menos! que dos o tres al día, por eso, no hace falta ser gallego para contestar un DEPENDE grande como una casa, o un ¡manda carallo!



Y, por esa misma razón, que no son máquinas expendedoras, y contando a los familiares en primer grado, como en los testamentos,  además de los consejos de tu proveedor habitual, encargas ocho, y que sea lo que Dios quiera.
Lo habitual es que las gallinas pongan un huevo al día durante seis o siete días seguidos, ciclo llamado "puesta", y que después descanse un día para tener tiempo a regenerar su cuerpo
A partir del tercer año de vida la puesta de las gallinas decae progresivamente, hasta cesar definitivamente a los ocho años aproximadamente. 
Los ciclos de puesta están determinados por varios factores: las estaciones del año, la luz del día (los días largos estimulan la puesta), la dieta rica en calcio o no, etc. 
Las gallinas tienen una buena costumbre, suelen poner los huevos a primera hora de la mañana y eso facilita el trabajo, las tengo en el gallinero por la mañana y las dejo libres a partir del mediodía, es la hora del picoteo......
Como curiosidad, decir que las gallinas distinguen los colores exactamente igual que nosotros, y que tienen buena memoria, son capaces de distinguir hasta cien caras.... 



Otra curiosidad es que, sin ser parte del sistema reproductivo, sí tiene que ver con él, es la cresta. Este apéndice rojo es un carácter sexual secundario, es decir, un indicador del nivel de maduración sexual, su estado y tamaño indica si está preparada para empezar a poner huevos.
Hablando del tema sexual, me viene a la memoria el grupo ese, animalista, que hace unos meses predicaban eso, que no comiéramos huevos (en ninguna de sus acepciones) porque las gallinas eran violadas por los gallos.
 

Ni caso, no hay ninguna penetración, la gallina expone la cloaca sacándola un poco hacia fuera y, el macho, el gallo, deposita ahí una gota de esperma, que tampoco los gallos son muy generosos. La cloaca vuelve a su posición original, y el experma queda dentro. No se sabe si la gallina experimenta alguna sensación especial al exponer y contraer la cloaca pero, desde luego, el macho tiene poco papel en ello, por no hacer mención a eso, lo de eres más eso que las gallinas.



y, como muestra, os presento al jefe de equipo de mi gallinero, este fichaje, por lo que se ve, no viene de pasar una noche loca, una noche de placer......mis gallinas son muy de defender su yo y, todas a una, cuando se pasa de lo gallinaceamente correcto, lo ponen fino filipino,




por eso, las susodichas gallinas se atienen estrictamente a las estadísticas que, por lo que se ve en el dibujo este, sacado del Interné, la media está en un 86% de efectividad, que ni las iguala nuestro querido Ministro y Presidente del Congreso, con aquello del "manda huevos".
Y, así me va cuando se ponen de acuerdo, y no tengo hueveras suficientes para repartir


¿qué es lo que hago?, después de leer aquí y allí, me he enterado que los huevos tienen muy buena congelación, tanto elaborados como en crudo y, después de alguna prueba que otra, descubrí las 

TORTILLAS RELLENAS


en un bol casco 20 huevos y los bato, añado sal, y



con una cuchara grande, un cucharón, separo porciones de +/- 140 g que es lo que pesan dos huevos no pequeños



con un poco de aceite ove, cocino por los dos lados, dándole la vuelta con la ayuda de un plato



Para sacar la tortilla de la sartén, coloco un trozo de papel de aluminio y, a continuación  el plato encima, volteo y ya está


  VOILA, he aquí, veinte huevos, diez tortillas


 Preparamos el relleno a base de ventrescas de atún, queso en lonchas y jamón cocido
  

 
Dos lonchas de jamón cocido, 50 gramos, otros 50 gramos de queso en lonchas , y 30 gramos de bonito, todo ello aproximado, es el relleno con el que he hecho la prueba días atrás para ver cómo iba


con todo ello, y con mucho cuidado, hago un rollo  


la envuelvo en film transparente


Este es el peso aprox. de cada una, cerca de 300 gramos, más que suficiente para solventar una merienda o cena, y puedo asegurar que  congela y descongela perfectamente


ya veis, listas para congelar; 20 huevos, 10 tortillas
  

La otra opción, la de conservar huevos sin elaborar, es la de congelarlos. Antes de esto, probé otras opciones que, algunos, dicen maravillas, como encurtirlos. El método más empleado es, básicamente, cocer los huevos, introducirlos en frascos bien colocados y ajustados, y rellenarlos con vinagre aromatizado, añadiendo algunos trocitos de guindilla, según el gusto. Se tapan herméticamente y se pueden empezar a consumir al cabo de un mes. La prueba no tuvo mucho éxito.
Como os decía, ahora congelo huevos, no con mucha frecuencia, de la siguiente forma: los bato bien y los distribuyo en táper de un solo uso en la cantidad que se vaya a consumir, añadiéndoles un poco de sal, o un poco de azúcar, según el uso que se les dé. Para una tortilla de patatas, 6 huevos y un poco de sal, y tres huevos y un poco de azúcar para un bizcocho. 
Unas fotos para ver todo el proceso


tres huevos y azúcar, tanto el azúcar como la sal son buenos conservantes


los bato bien, pero sin que emulsionen


y a guardar



Cuatro de seis huevos con sal, cuatro de tres huevos con azúcar 
Descongelan bastante rápido, en tres o cuatro horas, se baten de nuevo un poco y ya está.
Estos recipientes de un sólo uso lo compro en Makro.

Y ahora, un poco de refranero popular:
.-Huevos y coces, a pares las dan y a pares los comes
.-Los huevos de gallina puestos en mayo, se conservan todo el año
.-El huevo de hoy, el pan de ayer y el vino de un año, a todos hacen provecho y a ninguno daño
.-Un solo huevo, con hambre me quedo; dos algo son; pero hasta tres almuerzo no es; y si son cuatro, bastante habrá aunque no sea demasiado.
.-Por San Antón, la gallina pone huevos a montón.

   

domingo, 29 de octubre de 2023

OSSOBUCO CON HOJALDRE

Un día de estos, mientras paseaba por un mercado de A Coruña, el bloguero "El Sexagenario" oyó, delante del puesto de un carnicero, a un cliente que pedía el mejor pedazo de carne.  


-En mi establecimiento- respondió el Sr. carnicero, cada pedazo de carne es la mejor. No podrás encontrar uno solo que no lo sea. 

La respuesta del carnicero hizo pensar al Sexagenario el cómo sería posible adivinar qué parte de cada animal "comestible" sería la más sabrosa, la más exquisita, la que sorprendiera su paladar que, por lo que se intuía, permanecía adormecido desde los lejanos años sesenta del siglo pasado. En aquellos años, previos al mayo aquel famoso y revolucionario, nadie, o casi nadie, se salía del guión en cuestión de menús populares de fiesta, o sea: espárragos dos salsas, merluza a la romana, carne asada, o cordero, y ¿de postre?, el clásico flan, pero que sea de huevo ¿eh?. Bueno, para los mayores estaba la tarta al whisky, que venía a ser la Contesa de entonces regada con aún un incipiente y joven DYC.

En aquellos años yeyes, además de aprender a bailar el twist, era imprescindible saber hacer la salsa rosa, por lo de los espárragos, y sabíamos mejor cómo se hacía: mayonesa, un poco de kétchup, zumo de limón, zumo de naranja y un poco de coñac, que los nombres de los ministros tecnócratas, componentes del gobierno de turno.

Si mal no recuerdo, estos días leí por ahí, que estamos a punto de celebrar el 60 aniversario del invento del siglo en cuanto a comer fuera de casa la gente corriente como yo. En el año 1964 se creó, a "petición del ministro Manuel Fraga" el popular menú turístico que fue el predecesor del menú de la casa que, más tarde, en 1981, pasaría a llamarse "menú del día".

Fueron tiempos en dónde los bares se llamaban cafeterías y los restaurantes (restaurant) no se clasificaban por el número de tenedores, si no que eran del lujo, primera, segunda, tercera y cuarta categoría y, según su rango, estaban obligados a incluir en la carta vinos de primera categoría, todo ello traducido a un perfecto inglés y francés. El pan y el agua siempre estaban incluidos en el precio, aunque estos nunca debían superar las 250 pesetas (1,5€) los de lujo, y las 170, 90, 60, y 50 pesetas (desde 1 € a 0,30 €) en las categorías subsiguientes.

En estos bares-cafetería, los pudientes y/o hacendados podían elegir un plato combinado a la carta y, para la tropa, o sea, los menos pudientes, el combinado turístico

Los platos combinados, esa innovación que vivimos los de mi generación en el tema del ¿mal comer?, a veces, nos traía de cabeza, 



y tú, ibas de innovador y decías: me pone, por favor, el nº 4, pero en vez de las croquetas, un huevo frito, y en vez de la hamburguesa, un escalope, ¡pero chaval! eso es el nº 5.... 


en fín, que con el tiempo, aprendimos, por lo menos, a que lo qué pedíamos resultara bonito.

Años más tarde, las comidas de fiesta, o de boda, evolucionaron y 




nos tuvimos que acostumbrar, la gente de a pie como yo, a nuevos nombres, incluso los vinagres pasaron a ser de Módena, las  cebollas ya no son la chata de Miño, as patacas de cedo ..... en fin, tiempos duros los que pasamos, cuándo el camarero te elegía a ti para catar el vino y te recomendaba para comer: mero al horno con costra crujiente a la Provenzal sobre tallarines de chipirón y chalota caramelizada; yo, sin tiempo para pensar, ponía cara de entendido, me venía  arriba, y le contestaba: "estupendo, gracias" pero me decía para mis adentros: ¡Dios mío, que sea lo que Dios quiera!
Toda esa época ya pasó, ahora, antes de comer por ahí, miras en el Internet y vas sobre aviso, incluso en casa. Hoy, precisamente, buscando en la red de redes, he encontrado esta receta, ahí va:

OSSOBUCO CON HOJALDRE

Según el carnicero del mercado, todos los cortes son de primera calidad pero, es que a veces, yo no soy capaz de situarlos en el cuerpo de bovino y, además, contando con que según el lugar o región, así se les llama. Después de buscarlo por dos carnicerías, a la tercera lo encontré, la más próxima, la del super de cercanías, en el Familia de Perillo, parece ser que no es habitual tener ese corte en las cámaras.

para comenzar, un trozo de carne de +/- 200 gr. y un hueso, son suficientes para preparar un caldo de carne en una olla rápida o a presión, aunque cada día son más escasos los huesos de caña.

la masa de hojaldre está bien de precio, 2,1 € comprando una Ud., la mitad de precio si compras la segunda.

el corte del jarrete según leí, recomiendan que debe de ser de unos tres centímetros. Buen producto y buenos profesionales en la carnicería de este super. 


imprescindible darle unos cortes a la piel que envuelve los trozos para evitar que se retuerzan y se deshagan las piezas de carne al sellarlas. 

preparo dos o tres zanahorias, dos cebollas, un par de puerros y dos o tres dientes de ajo.


que sofrío en abundante aove, sin olvidarme de salpimentar

agrego un par de tomates en trozos, sin piel


añado un buen vaso de vino tinto y cocino unos minutos. Leí alguna receta que otra, y algunos optan por el vino blanco. A mí me gusta más el tinto, por el color y el cuerpo que le da a la fritada y, además, siempre quedan un par de copitas o tres para el aperitivo, es lo que se ahorra uno....


enharino los trozos de carne y los sello, bien en una sartén, bien ya en la tartera que se va a cocinar.


cuando ya están cocinadas las verduras y el vino ha reducido


añado el caldo de carne para que se mezcle todo y se cocine un rato antes de agregarlo a la tartera con la carne que, previamente, he salado

ahora solo resta cocinarla durante hora y media a fuego medio 

antes de añadir guisantes y pimiento rojo en trozos

y así queda, amigos, después de esas casi dos horas cocinándose ¿qué hago ahora? ¿he?

ahora extiendo la masa de hojaldre


paso la carne de la tartera a una de barro, apta para horno que, previamente he calentado un poco

coloco la masa de hojaldre a modo de tapa

y para dentro, para el horno, +/- 20 minutos a 170 - 180 ºC

 (olvidé pintar el hojaldre con huevo batido)

pero sí la pinché para dejar salir los vapores, y así quedó, chuli ¿verdad?


Esto es el plato final, en esta ocasión hice un puré de patatas en vez del clásico arroz en blanco o rissoto, como mandas los cánones italianos, pero me gusta más emparejar el puré con el hojaldre.



¿Y la carne? exquisita, como cualquier plato cocinado durante dos horas; el puré? como siempre, un huevo, una nuez de mantequilla y un chorrito de leche, hace que nunca falle. Y el hojaldre? chuli y distinto. Volveré a hacer este plato.
Nada más, amigo, este plato, como otros muchos publicados en este mi blog, es fácil de hacer para nosotros, los jubilados septuagenarios, capaz de sorprender en cualquier txoko vasco o casa de reunión de larpeiros gallegos. 
Y ahora, sin más, ríndete, no tienes escapatoria, ¿no sientes mis brazos rodeándote a modo de abracito? pues eso, un abracito