Nada, que los que vivimos en "el rural" nos vemos abocados a ciertos peligros y/o incidencias que no son propios de los urbanitas. Y a las pruebas me remito; un día cualquiera de los largos inviernos, oye, que va y desaparece el suministro eléctrico, o sea, que se va la luz y ahí te quiero ver; bueno, de noche no ves mucho porque te quedas sin alumbrado y, a más, a más, los pocetes y arquetas de tu casa rural llenas, que digo llenas, anegadas de agua. Yo, por mi, si no fuera por la edad que ya tengo, me ponía ahora mismo a inventar arquetas bien pronunciadas, nada de anegadas; a partir de mi futuro invento serían arquetas con la b alta intercalada, o sea, arquetas abnegadas.
Esta, por ejemplo, no está anegada del todo porque todavía no se fue la luz y, además, está aprendiendo a ser arqueta abnegada. Lo de la abnegación era una palabra o adjetivo "calificador de personas" muy al uso en épocas pasadas, en años del anterior régimen; acordaros si no, de expresiones tales como: "en un acto abnegado y heroico" .....; era una "persona abnegada y entregada" a su familia.......; su "abnegación lo llevó a esa situación" .....;
si me descuido, era casi, casi, tan utilizada como la que más, la que hacía referencia a la falta de lluvia en aquellos veranos escasos de agua y abundantes en penurias agrarias y que se las atribuían a "LA PERTINAZ SEQUÍA". Menudos veranos los pasados de chaval, y es que eso de la escasez de agua se colaba hasta los tuétanos propios y, cuando pedías un baso de agua en cualquier bar, (y te lo daban) era como si hubieras conseguido un trofeo. Mira, ahora que sale a la luz de mi post el tema de los bares, tascas y tabernas de antaño, podría escribir un poco sobre el vino tinto descolorido, "el clarete", pero claro, lo que pretendía al principio de todo esto, era el explicar como cambié los rodamientos a un abnegado motor previo a ser anegado, y a eso voy antes de que me despiste otra vez.
Aquí está la bomba de agua eléctrica;
el primer paso es aflojar y retirar los tornillos que aprietan la tapa del impulsor, en este caso son de cabeza allen,
tornillos que salen con facilidad porque tuve la precaución de darles un poco de grasa especial para ambientes húmedos años ha, cuando monté la bomba todavía sin estrenar. Es el famoso Molykote, de venta en cualquier efectos navales o ferretería.
Un golpecito con un mazo de goma es suficiente para soltar la carcasa de la bomba;
retiro también la tapa trasera, la que protege el ventilador del motor
que extraigo a continuación;
con la ayuda de llaves para tubos (llave stillson, llave de grifa), aflojo el impulsor de la bomba, teniendo cuidado en averiguar si es rosca derecha o izquierda.
Aflojo y retiro los cuatro tornillos (largos, abarcan todo el estator) que sirven de cierre de la carcasa del motor;
otro golpecito con el mazo de goma para "ayudar a soltar" las tapas del motor,
y aquí aparecen las entrañas del motor
aparentemente no hay daños visibles;
el rotor con los dos rodamientos. Decido cambiarlos porque, aunque son sellados, quizás es lo que más "sufre" en contacto con el agua.
Para ello, tengo esta joyita, un pequeño extractor de rodamientos que facilita la operación.
Para comprar los rodamientos nuevos se necesitan tres medidas: el espesor,
el diámetro exterior
y el diámetro interior.
Suelen ser de medidas iguales tanto del lado del ventilador como el del lado del impulsor.
Para facilitar su montaje en el eje del rotor, uso un tubo metálico con diámetro interior un poco más grande que el diámetro del eje del rotor; de esta forma consigo llevarlos a su sitio con pequeños golpes de martillo en el tubo, a modo de "empujador"
y aquí está el susodicho rotor" todo pancho con sus nuevos rodamientos" (antes caja de bolas).
Aplico un poco de Molykote en los alojamientos de los rodamientos del eje del rotor, en ambas tapas del motor,
y monto el rotor
siempre con mazo de goma para no dañar los extremos roscados del eje del rotor.
Es bueno tener la costumbre de marcar las diversas partes de la carcasa del motor antes de desmontarlas; así será más fácil el montaje y evitaremos errores
más Molykote
incluyendo las partes roscadas de los tornillos. Lo agradeceremos en futuros desmontajes.
un pequeño autocle (el vaso más grande es para tornillos M-8) ayuda en el desmontaje y montaje.
aprieto las tapas del motor poco a poco, en diagonal para que el apriete de los cuatro tornillos sea lo más parejo posible
es hora de conectar el cable de alimentación eléctrica
y montar el ventilador del motor antes de hacer una prueba y comprobar que el giro es en el sentido correcto.
Tapa del ventilador
un poco de vaselina a las gomas del sello y a la tórica del cuerpo de la bomba no viene mal
monto el impulsor,
ya sabéis, rosca derecha o izquierda, estos si que son "bipartido",
y, por último, el cuerpo de la bomba.
y aquí está, montaje terminado y funcionando. Decir que no me sobró ni una arandela, todo un éxito.
Dos puntualizaciones:
El estator lo tuve en el horno de la cocina tres o cuatro horas a 35 / 40 ºC para secar bien los bobinados. Para no rallar el fondo del horno, puse el motor sobre un poco papel de aluminio. No hice fotos por olvido.
El aspecto exterior, rascado, cepillado y pintado lo hice después de montado el motor.
La frase: (la leí en un taller hace muchos años):
El que hace las cosas sin que le manden, es un MAESTRO.
El que hace las cosas mandándoselas una vez, es COMPETENTE .
El que las hace después de mandárselas más de una vez, es MOLESTO.
Y el que no las hace ni mandándoselas varias veces, es un INDESEABLE
Y, por último, mi consejo desinteresado: Por favor, ríndete, no tienes escapatoria, ¿no sientes tu persona rodeada por uno de mis abracitos? Pues eso, un abracito.
Gracias a Manuel Angel por inculcarme el amor desinteresado al Molykote (ya lo digiste en tu despedida: "güisqui al gañote y al tornillo molicote ")
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