martes, 30 de julio de 2013

ENTUTORAR PIMIENTOS



No es la primera vez que en este mi blog le dedico un post a los pimientos y, siempre que trato este tema, no es que me inquiete, ni tampoco que me intrigue, pero siento un "no se que" que hace rebulir, o sea, que se mueve algo en mis interiores -y no son gases precisamente- como para obligarme a indagar, a investigar, ......
Ya comenté en alguna que otra ocasión que mi ascendencia por parte materna es castellana, de Tierra de Campos, de Frechilla, Palencia, para ser más exactos, la cuna del románico español, y  que a poquitos kilómetros, 30, en Villalcázar de Sirga,

 
origen imagen: www.vericuetos
está la iglesia de Santa María la Blanca. Decía que Palencia es cuna del románico y, sin embargo, esta iglesia es un incipiente gótico del siglo XIII. ¿Tiene algo que ver esto de los góticos y los siglos con los pimientos? Pues si, amigo, y aunque me repita, lo vuelvo a poner en el blog otra vez y de forma literal;


en su interior, en el de la iglesia, se conservan estupendamente bien, unos sarcófagos en donde descansan el Infante Don Felipe, hermano de Alfonso X el Sabio, y su segunda esposa, Doña Leonor Ruiz de Castro y Pimentel; me parece estupendo, ¿y?

pues que aquí la tenemos, a Doña Leonor representada en la lauda sepulcral con algo en la mano, en su mano izquierda, ¿qué es?

!!un pimiento!! amigos, y bien parecido a un morrón, que no de Padrón ni especies similares; ¿cómo es posible? si todavía faltaba más de una brazada de años  para el descubrimiento del "Nuevo Mundo?. Y, además, su apellido es, ni más ni menos, !!PIMENTEL!!




Estas son las rutas conocidas de los navegantes portugueses pero, quién me dice que no hubo muchos años antes expediciones que los llevaron a América por el otro lado, por el de la derecha.  Lástima que en aquellos tiempos no hubiera Wikipedia, estaría todo resuelto, de verdad.


Y, si no, mirad la polémica que surgió unos cuantos años después, o  sea, ahora: ¿llegó de verdad el hombre a la Luna?; acordaros: que si ondea la bandera y no hay atmósfera y por lo tanto viento, que si las sombras son provocadas por más de una fuente de luz, que si las huellas solo quedan en donde hay humedad, .......

Y yo, la verdad, como lo de las meigas, si hay que creer, se cree, pero hubiera sido más verosímil lo del gallego en la luna .............
Nada, nada, que hay que escuchar de vez en cuando el disco pandeirada sideral "hay un gallego en la luna, luna...." para reafirmarse en lo dicho
Bueno amigos, después de todo esto solo resta hablar del entutorado de los pimientos que para eso venimos aquí, palabra.

esta foto de los pimientos es de mediados de julio que fue cuando empecé a sustituir los barrotes que usaba para sujetar, entutorar, los pimientos. De siempre tuve los mismos problemas cuando las plantas empiezan a crecer, ramificarse y cargarse de frutos, el peso vence las ramas y, como solo está sujeto el tallo principal, pues pasa lo que pasa. La idea, mi sistema lo saqué de un tipo de entutorado "sujeción Rubangel" que emplea una cinta para ir cerrando alternativamente dos cordones a lo largo la hilera de la plantación  http://es.search.yahoo.com/search?fr=mcafee&p=sujeccion+rubangel

¿cómo hice yo? Hinco dos barras, metálicas en este caso, en la cabeza de la hilera de pimientos

sujeto unos tensores a 20, 40 y 60 centímetros del suelo

aquí se ven bien; las barras metálicas están separadas entre sí unos 40 centímetros. En la otra cabeza de la hilera de pimientos clavo también otras dos barras metálicas para sujetar los alambres -este lado sin tensores.

tenso un poco los alambres, no mucho porque este tipo de tensores no tiene retorno.

preparo en la sierra circular unos barrotes de 15-20 milímetros de ancho y  de diversos largos (20 - 30 - 35 centímetros)  


les hago en ambas cabezas una ranurita 

para que encajen los alambres


en los primeros alambres, en los de la parte baja de la planta, coloco los barrotes más pequeños, los de 20 centímetros

los siguientes ya son un poco más largos y, si las plantas siguen creciendo en altura, se le van colocando más sujeciones un poco más largas; de esta manera adquieren una forma de tronco-cono invertido, estrecho por abajo y más ancho a medida que subimos.

en esta foto se aprecian bien las tres alturas de sujeción (son pimientos de Padrón y crecen más en altura que otras especies, morrón, Arnoia, etc.) 


Para mantener la tensión, coloco de un lado de la planta un barrote y un alambre acerado doblado en las puntas, un poco más corto que el barrote de el otro lado, de forma tal que los alambres horizontales van describiendo una línea en zig zag.

en este tramo, en donde todavía no han crecido las plantas de pimientos, he colocado a modo de ejemplo los barrotes alternando con los alambres. 
ya lo veis, el alambre (acerado para que no se abra la doblez) es sensiblemente más corto que el barrote


si no tenemos alambre acerado podemos utilizar otro sistema, como este con ganchos que se utilizan para sujetar las tejas 


La verdad, creo que es un sistema estupendo y además recuperable al cien por cien todo el material empleado. Dentro de un mes añadiré más fotos con las plantas más crecidas y con frutos más grandes. 

La frase:
EL MAYOR PLACER DE UNA PERSONA INTELIGENTE ES APARENTAR SER IDIOTA DELANTE DE UN IDIOTA QUE APARENTA SER INTELIGENTE.

Y por último, mi consejo: Por favor, ríndete, no tienes escapatoria, ¿no sientes que tu persona está rodeada por uno de mis abracitos?; pues eso, un abracito

lunes, 15 de julio de 2013

EL INVERNADERO

No es que me venga de antiguo ni que haya tradición familiar, pero el tema de la huerta, lo de tratar de ser un buen hortelano, es algo por lo que llevo peleando unos cuantos años. Ya veis, amigos y compañeros jubilados -¿jubilosos?-, a estas alturas de nuestras ya acumuladas décadas,  a veces empleamos algunas horas a la semana perfeccionando nuestro estilo en los saques, el revés, los drive, mejorando el handicap personal o dándole al sacho, y

nada, que al final es cuestión de elegir entre los diversos mangos que nos ofrece la vida: que si el de una raqueta, el de un putter, el de un sacho, ...... y, si os digo la verdad, es que no hay, no hubo duda, mi estilismo, o, como diría un nacional de cierto país, mi indiosincrasia, hace que me incline por el "palo fino".
Aquí, en mi tierra, alrededores de La Coruña, el tiempo en estos últimos años, es un tema muy recurrido, y es que vienen unos mayos y unos junios que se las traen 

El calendario agrícola ZZ nos decía para el mes de mayo:
"Veñen as flores entre días húmidos e raioliñas de sol; pero naqueles días claros, a friase das noites farase sentir ainda forte. Se o vento vira, vindo do mar, o tempo quedará algo máis quente, pero moi anubado, máis mollado e con poucas horas de sol. É tempo de facer todo tipo de sementeiras e plantacións, pero no medio de tanto labor habemos de facer un alto para festexar o Santo Isidro".
"Vienen las flores entre días húmedos y tenues rayos de sol; en los días claros, el frío de la noche se hace sentir con fuerza. Si el viento gira viniendo del mar, el tiempo será algo más caliente, pero muy nublado, más mojado, más lluvia, y con pocas horas de sol. Es tiempo de sembrar y plantar haciendo un alto para festejar a San Isidro".

Oye, que casi lo clava, este calendario acierta sin margen de error todo el santoral, todas las ferias, fiestas y mercados, equivocándose "solamente" en los días de lluvia que este año, de treinta y algo días que tiene el mes de mayo, cayó agua -en forma de lluvia, eso si- durante cuarenta días, como el sayo, !casi nada!.

Yo, indeciso de mi, llevaba un montón de meses pensado en si plástico si, plástico no, y, por fin, después de un año, me decidí este fin de semana a cubrir el invernadero. Os cuento la historia:
Tiempo ha, me enteré que un vecino mío, profesional del tema este del agro, vendía -por jubilación y yo los compro por lo mismo- arcos de invernadero del tipo túnel, el de ocho metros de diámetro, el "pofesional".  Es finales de diciembre, época de regalos, y me encargo el mío -el regalo-: ocho arcos, que dan un largo de catorce metros, ciento doce metros cuadrados, que es una burrada para un invernadero familiar pero "ya puestos"......



y aquí está el "vivero" de arcos. El trato es que cada arco lo vende por cincuenta euros, pero el desmontaje y el transporte corre por mi cuenta. En esos 50 € unidad están incluidos todos los accesorios -crucetas, marcos de puertas, grapas, abrazaderas, abarcones, etc-.

Comienzo, con calma, a retirar los alambres, traviesas y abrazaderas. Más de un tornillo estaba oxidado teniendo que utilizar una radial pequeña. Un par de días -con cielo despejado, como se ve en la foto- llevó la operación del desmontaje.

Para el transporte recurro a los buenos amigos -los de siempre- que me ayudan a ponerlos a pie de un camión con grúa

y llevarlos a mi huerto. Operación rápida y limpia -todo un éxito-

El montaje es relativamente fácil. Los arcos van sujetos, encajados en estos tubos a modo de estoques, que se clavan en la tierra.


Esta es la secuencia: un cordón para alinear, poner en línea, los tubos -estoques- que se hincan en la tierra, separados entre si dos metros, que es el largo de los tubos de 1 pulgada que a modo de separadores se montan entre los "estoques". Parece poca sujeción para tamaña estructura pero después veremos que la verdadera sujeción la hace el plástico. En mi caso, son ocho "estoques" en cada lado del invernadero, dos por arco, como es lógico.
los "medio arco" apenas pesan

son de 50 mm de diámetro -dos pulgadas- pero de pared (skedulo) muy fina  y se manejan perfectamente entre dos personas

solo resta encajar los dos arcos

en el punto central de la semicircunferencia

a cuatro metros de altura (imprescindible andamio y escalera de tijera de cuatro metros)

y aquí están los ocho arcos montados,


hasta aquí es una operación fácil de realizar;


Es el momento de empezar con los tubos perpendiculares a los arcos;


en esta foto se aprecian los tres que discurren a lo largo de los ocho arcos, dándoles rigidez; la sujeción es por medio de abarcones de M-8;  


Acabado el montaje de la estructura 

le doy una mano de pintura; los tubos están galvanizados pero con la pintura quedan más "guapos"; lo hago con pistola ya que quedan mejor y se hace en menos tiempo que con brocha o paletina

Con la ayuda de Lito, mi amigo hermano, colocamos los alambres. Usamos uno galvanizado de 1 mm de diámetro; no es muy "gordito" pero se trata de no gastar mucho. 

Para sujetar los alambres a los tubos empleamos alambrillo dulce teniendo mucho cuidado en que no queden las puntas hacia arriba

en la parte superior los separamos entre si sobre 25 centímetros, aumentando la distancia de separación a medida que vamos bajando hacia el suelo.

Como complemento monto una mesa de trabajo de 2 metros de largo por 1 de ancho 

y a su lado, cuatro baldas metálicas a modo de estanterías. Son de treinta centímetros de ancho y caben perfectamente los vasos de plástico para semilleros

en esta foto se ve perfectamente el conjunto mesa-estanterías. Esta situado a la entrada del invernadero. También se aprecian los marcos de las puertas del invernadero y la zanja para alojar el plástico.

También monto en la parte superior de los arcos, una bandeja longitudinal -y a lo largo de todo el invernadero- por donde discurre el tubo del agua y el cable eléctrico para las tomas de corriente. Queda en proyecto colgar de ella, y en su momento, un par o tres pantallas fluorescentes estancas para tener luz en los oscuros días de invierno. 

Pendiendo de ella, monto una "percha horizontal" de dos metros de largo

de donde cuelgo toda la herramienta de "mango fino"; es un sistema práctico y cómodo.


Y se aproxima el día, es necesario ultimar los preparativos, entre ellos

comprar el plástico;

lo hago en el polígono de Bergondo, Plásticos Marineda

En un paquetito de nada, cabe en la maleta de un coche, doscientos y pico metros cuadrados, solamente 40 kilogramos de peso y 195 €;


también es necesario preparar las zanjas a ambos lados del invernadero para sujetar el plástico. Esta es la verdadera sujeción de todo el "quiosco"

también me recomendaron el montar un andamio en la cabeza del invernadero para ayudar a deslizar el plástico;


y, por último, el tiempo, que tiene que ser sin viento -son más de doscientos metros cuadrados de vela- y con sol -30 ºC -  para que el plástico esté calentito, y por lo tanto dilatado.

lo montamos entre cuatro personas 

uno a cada lado del invernadero para ir arrastrando el plástico

otro en el andamio y el último atendiendo al plástico para que no rozara ni se "enganchara" en ningún lado


una o dos personas más no hubieran estorbado

pero bueno, todo fue sin complicaciones y rápido -una hora más o menos-

y llegó el momento de rellenar las zanjas teniendo cuidado de que el plástico estuviera bien estirado, sin arrugas.

Ahora solo resta colocar las grapas en los dos arcos de los extremos y decidirme por el tipo de cierre en las puertas de la cabeza. Todavía no se si forrarlas con el mismo plástico o poner una red tupida para que no entren pájaros y sí las abejas -leí por algún lado que ciertos invernaderos tienen sus propias colmenas-. No lo se, tengo tiempo para decidirme, antes del otoño. Ya os contaré.

Y hoy, amigos, es día de fiesta, que menos que dos o tres frases antes del consejito:

UN POCO DE ALGO Y MUCHO TOMATE NO HABRÁ QUIEN TE MATE

CON HUERTA Y VERDURA ALEJAS LA SEPULTURA

QUIEN COMPARTE LA COMIDA NO PASA SOLO LA VIDA

Ahora si, el consejito, la recomendación: 
Por favor, ríndete, no tienes escapatoria, ¿no sientes que tu cuerpo está rodeado por uno de mis abracitos? Pues eso, un abracito