domingo, 26 de enero de 2014

LA FÁBULA

Está bien esto de las fábulas, esto de que nos cuenten historias cuyos protagonistas suelen ser animales a los que se les atribuyen cualidades humanas como el hablar. A los de mi edad nos educaron intercalando en nuestras vidas  numerosas fábulas con moraleja final que, casi siempre, era bastante más que una sentencia.....

acordaros de la constancia de la tortuga ante la arrogancia de la liebre. Quizás era la fábula que los chavales aprendíamos sin ninguna dificultad porque sabías de antemano que la constancia te daba el triunfo; Miguel, hoy a las nueve en casa, y tu decías: por favor (aun no existía el "porfa") a las diez; no, a las nueve, a las diez, a las diez, a las diez, .......  y claro, no era a las diez, pero sí a las menos cuarto.
De niño, en mis épocas de monaguillo, y después, también ya de jovencito, más de una vez confundí a un hisopo con Esopo; ya veis, tratar de bendecir a algo o a alguien con una fábula de este señor griego
llamado Esopo, parece más una deformación vocacional que profesional, pero es que en los años cincuenta abundaban más las colecciones de cuentos infantiles basadas en estas fábulas que las historias tipo 

los HOLLISTER o también LOS CINCO, ya sabéis, las aventuras de los cuatro primos y el perro Timoteo.
Tremendos mensajes encerraban las fábulas a modo de sentencia final de historia, si no acordaros de la del zorro y el leñador que más o menos decía así:
Una vez, un zorro que huía de los cazadores, se topó con un leñador y le pidió que le indicara un escondite; el leñador le señaló su cabaña y le dijo que entrara en ella. Cuando los cazadores llegaron a la altura del leñador y le preguntaron si no había visto por allí a un zorro,  este, como quería quedar bien con todos, contestó que no, pero al mismo tiempo señaló con su dedo hacia la cabaña. Los cazadores no entendieron lo que el leñador quiso decirles con este gesto del dedo y se alejaron de allí. El zorro, en cuanto vio alejarse a los cazadores, salió de su escondite y, sin decir nada al leñador, se dispuso a marcharse. El leñador llamó al zorro y le reprochó que después de haberle salvado la vida se fuera sin más, sin agradecérselo, sin un gesto de gratitud.


El zorro lo miró y le dijo: Si tus gestos y tus acciones hubieran estado de acuerdo con tus palabras, yo te estaría agradecido de por vida. Y ahí, venía la moraleja: NO NIEGUES CON TUS ACTOS, LO QUE PREGONAS CON TUS PALABRAS.

Fabuloso, derivado de fábula, fue un adjetivo muy en uso antes de la aparición de guay, chachi, dabuten, fetén, guapo (exclusivo de asturianos) genial, fenómeno, de primera, demasiado, ...... y así hasta el infinito. Yo, la verdad, cuando quiero calificar a alguien o algo con un sobresaliente, me gusta sobre todo la palabra "estupendo" porque, a ver, al que ideó la frase esa de "Huye de las tentaciones, pero despacio.........., para que (de vez en cuando) puedan alcanzarte"  tú, cómo lo adjetivarías?. Verdad que es un tipo estupendo?; 


En la fachada de un puf que hace esquina en Argudín Bolivar -antes fuente Luisa- subiendo al final de la calle Juan Canalejo, encontré esta frase que tiene su enjundia y da mucho que pensar a pesar de lo simple y sencilla que es,

y esta otra en la misma fachada, escrita por Eduardo Galeano, periodista y escritor chileno, resume en pocas palabras lo que seremos al final de nuestras vidas: un puñadito de historias fabulosas más o menos personales, unas cuantas huidas de alguna tentación que otra sin llegar a correr lo suficiente (menos mal).
Claro que, y volviendo a la fábula del leñador y el o la zorra, si pretendo vincular el significado de fábula con historias, a veces, me resulta difícil; fijaros si no en esta noticia, fabulosa en su contenido en donde las haya, aparecida días atrás en La Voz de Galicia 

Ya veis, esta gente ladrona, que al principio parece sacada de una fábula, no quería dinero, no, ni botellas de whisky  -por lo de garrafón- ni otros enseres o pertenencias de los-as moradores de esta singular casa -digo singular, porque todavía no encuentro explicación a tanto sanitario sin titulación-; claro que, alguno dirá que este robo es puro fetichismo, pero amigos, os digo que no, que ese robo nada tiene que ver con eso de "tener como objeto de deseo no a una persona, sino a una parte de ella o a un objeto que se le VINCULA". Por favor, el fetiche para que sea tal, tiene que ser cercano, transportable, casi casi que lo puedas llevar como un colgante a modo de camafeo, y yo, la verdad, no veo a nadie, por muy así que esté, con un vidé colgado al cuello. Ni Adamo, en sus años del éxito aquel de "un mechón de su cabello aún conservo para mí, un mechón de su cabello, que por fin encontré, un mechón de su cabello, que desde hoy veneraré" se atrevería a tanto.

Aquí, en esta Galicia fabulosa, mitológica, de meigas, de mouchos, coruxas, sapos e bruxas, esto de los club's, por lo que se ve, está adquiriendo un protagonismo que ni las rebajas de Ikea o de El Corte Ingles, 

y es que yo pensaba que en lo de los increíbles compra tres y paga dos de lo que sea, en lo de las fabulosas ofertas, se había tocado techo y, por lo que se ve, o se lee, todavía estamos a medio camino, 

ahora, solo falta que esta fabulosa oferta cultural la ofrezcan en cualquier salón de "esos" para poder matar el tiempo mientras madán se asea. 

Y, para ir rematando con cosas de fábula, viendo esta foto de la plaza de la que hablábamos antes -Argudín Bolivar- pienso en la fabulosa creatividad de "el individuo" que diseñó este espacio, de fuente centenaria y magnolios a juego, ya que ha sido capaz de hacernos olvidar el encanto de este rincón gracias a la machacona y persistente presencia de la mierda !ENHORABUENA, HOMBRE! (o mujer)

porque, amigos, ni este indómito conductor emergiendo desde las profundidades fabulosas de nuestros mares, aquí, en  el Orzán-Riazor, sería capaz de llamar tanto la atención como la mierda anterior. 
Claro que, ante tantas y tantas fabulosas contradicciones, a los gallegos siempre nos queda un último recurso, 

un último bolardo, para expresar tamaña, o tamaño, lo que sea, lo mismo da, porque, a veces, se toman medidas que son indignantes de lo fabulosas que son.

  y a las pruebas me remito. Es que en esta vida hay, suceden cosas que !MANDA CARALLO!  de verdad lo digo.


Y, ahora si, por último, 
la frase:
DÉJAME SOÑAR EN TUS BRAZOS HASTA EL DÍA EN QUE NO DESPIERTE

mi consejito: 
Por favor, ríndete, no tienes escapatoria, ¿no sientes tu cuerpo rodeado por uno de mis abracitos? pues eso, un abracito

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