martes, 17 de enero de 2012

REMOLACHA CON PATATAS

Mi gusto y afición por el vinagre de vino, el barato, empezó ya en los años cincuenta (del siglo pasado).

 Digo barato y la verdad, no se si ya había en las tiendas de barrio en donde yo vivía,  vinagre del caro, de ese que usamos todos ahora y que no podemos vivir sin el. Hasta creo que lo vendían a granel. ¿Qué chaval de ahora sabe lo que es un cuartillo?  Si hay vinagre caro, está claro que también habrá vinagre barato. Mi madre y toda su familia era castellana, de Palencia. Gente austera y parca en expresiones. No cantan al hablar como hacemos los gallegos. Ella y todos sus hermanos nacieron a principios del siglo XX, y en aquellos años, no se ahora, y en aquellas tierras, tenían por costumbre poner el nombre del santo del día que nacías. No había dudas, ni compromisos, ni discusiones. Uno de sus hermanos nació el día de San Teodoro Mártir y ese fue el nombre que le pusieron. Sus sobrinos, y yo entre ellos, para abreviar, en vez de tío Teodoro, le llamábamos Tiodoro, todo seguido.  Bueno, pues con el tío Teodoro o Tiodoro, ya desde muy niño, tuve una relación muy especial y creo que influyó en gran medida en mi infancia. Persona dulce y afable, no parecía un sobrio castellano. Siempre contento, siempre contando cuentos e historias bonitas. Él tenía un pequeño aserradero (fabriquín, le llamábamos) en donde hacía cajas, embalajes, de madera, sobre todo para unas destilerías de licores que había  casi al lado, destilerías Riesen. Y yo, ya de niño, pasaba horas al salir de la escuela, y los primeros años de instituto, jugando o ayudando y jugando. Siempre había generosas propinas. Fue el que me inculcó la afición por el trabajo con las manos. Y, qué tiene que ver mi tío Teodoro con el vinagre? Pues que si tu te dabas un golpe que se caía una uña, o te habrías una rodilla jugando al futbol, allí estaba él con una botella de vinagre para largarte un buen chorro del mismo en plena herida al tiempo que decía: deja que actúe la VINAGRICINA con su gran poder desinfectante. En aquellos tiempos de escasez, todo lo que picaba, y mucho, en una herida, eso era bueno y curaba. Vallamos al grano. Sí os acordáis, el post que dediqué a conservar remolacha publicado el día 21 de agosto y siguiendo al pie de la letra las instrucciones de un buen libro de Lourdes March, de recetas de conservas y encurtidos, el resultado fue, como escribí en el post, que la remolacha sabe bastante a vinagre BARATO pero todo tiene solución. Una persona cercana a mi familia tiene una buena afición a la remolacha cocida con patatas también cocidas, forma de comerla que yo desconocía.  Hice la prueba con mi remolacha en conserva y no es que esté bien para comer, es que está superior, y para cenar, no te quiero contar. Bueno, lo cuento:
pelamos un par de patatas

las cocemos conjuntamente con un huevo o dos, lavados previamente

para mi solo, con un frasco pequeño basta y sobra y eso que hay que dar "salida" a tanta conserva.


que vaciamos en el plato

juntamente con las patatas ya cocidas

y el huevo

aceite virgen con generosidad (la cantidad, no lo otro)

y aquí está el resultado. 
CUMPLE LAS NORMAS PERO TRANSGREDE ALGUNA DE VEZ EN CUANDO. Digo esto porque no es de buena mesa esmagar o aplastar la comidita con un tenedor, pero si nadie te ve..............

La frase:
COMIDA SOBRESALIENTE, SALE CALIENTE

Un abracito

1 comentario:

  1. Claro que vendian el vinagre a granel, yo le daba la vuelta a la botella y chupaba el corcho, sin que me viera mi madre, claro, decia que adelgazaba. Ahora que lo pienso voy a echarme un chupito de vez en cuando, hasta adelgazar 3 kl.
    Miguel tu eras un niño muy bueno, si el tio Teodoro
    me hubiera echado vinagre en la herida...quedaba huerfana de tio.
    Aqui se come la remolacha aliñada. Me gusta tu plato,ya tengo una receta màs
    Un abracito

    ResponderEliminar