viernes, 31 de enero de 2014

TORTILLA DE CEBOLLA Y PIMIENTO MORRÓN

A menudo nos quejamos por ahí, en nuestro entorno, en nuestro ambiente, en nuestro 


facebook, en twitter, en el bar, lo mal que está el Mundo, y pareciera como si nos costara trabajo aportar algo de nuestra cosecha para tratar de arreglarlo, ¿verdad que tengo razón?. 


Yo, si fuera el planeta Tierra y me casara  -aunque sea por lo civil- con algún Astro Rey, pondría mi lista de bodas en un corte inglés muy especial, muy mío, en donde pudiera incluir regalos tal como plantar un árbol, menos minutos en mi ducha diaria, kilos de papel reciclado, kilos de alimentos producidos en mi entorno para ahorrar transporte, kilos de vidrio reciclado, kilómetros caminados en vez de coche,  pilas de mi radio recargables, kilogramos de alimentos sin elaborar, ............. , bueno, todo esto serían los regalos que pediría a los que asistieran a la fiesta, porque a los que no pudieran acompañarme les haría otra lista de regalos muy especiales, tal como "un par de horas de buen royo", día y medio sin enfados, cuatro horas seguidas de cara amable, un par de abracitos de esos que te rompen, cuarto y mitad de amabilidad con los demás, media docena de manos tendidas, una sonrisita cómplice por aquí, una miradita traviesa por allá, ..........sin olvidarme de un bolso y/o mariconera llenos de tolerancia,........., y así hasta completar la larga relación de regalos elegidos por los novios, o sea, la Tierra y el Sol.



Al principio del post quería comentar lo instructivo, educador  y "cultivado" que era, -o sería-,  "arreglar el Mundo" tomando un clarete, o una cerveza, apoyado en uno de los bocoy's del bar.  Un par de horas o tres, un no se cuántas tazas o vasos de vino, unos cuantos correligionarios y ala, a poner a caldo a todos los estamentos que se preciaran de serlo, a saber, y siguiendo siempre este orden: clero, militares, políticos -adictos al régimen y de los otros-, funcionarios, liberados sindicales, mujeres -todas menos las nuestras, faltaría más-, un poco de toros y un mucho de fútbol y ya estaba solucionado; daba gusto volverte a las tantas para tu casa con la satisfacción del deber cumplido, y con la certeza de tu integridad ética, moral, laboral, etc. y es que un par o tres claretes hacen buena a la gente, hasta a mi, o sea, yo mismo. 


Ahora, amigos, todo esto ya no es lo que era, con lo de las nuevas tecnologías, el personal está mayormente controlado, y no hay tu tía el decir en casa, cuando llegas tarde, que es que te quedaste un rato, bien en el taller o bien en la oficina. Porque claro, ahora, hoy en día, cualquier esposa, señora, mujer, compañera, santa, doña o similar que se precie de serlo, conoce de memoria este anuncio que escribo: Blackberry espía 9900 Bold. Teléfono espía Blackberry 9900 Bold. Usted, señora, podrá leer todos los WhatsApp, interceptar llamadas, ver el registro de llamadas y SMS......


Y esto no para, amigos; no hace mucho, mi amiga la cultivada pronosticaba que, a continuación del WhatsApp, aparecerían las Google glass, o sea, la tele montada en la misma gafa y claro, la gente ya no es lo que era; ahora, desde que el personal tiene a la mismísima ESTEBAN metida ahí, a pie de retina, la ves apoyada en su bocoy, con la mirada perdida dando la impresión como si estuvieran así, como zumbada, sin ganas de hablar con los demás, sin fuerzas para "arreglar el mundo" que es lo que hacía la gente de bien, hasta como quien dice un par de telediarios. Ya nadie te pregunta ¿en qué bar paras?  porque esa gente ya no para, ya no fica en los bares. ¿Cuáles son las nefastas consecuencias de este huir de las tascas y bares de siempre? Pues te cuento, aparte el tema cultural que, creo se resentirá de tal forma que retrocederemos hasta sabe Dios cuando, está también el tema de la hombría, 



y esto lo digo por mí, que claro, a falta de tertulias rudas y varoniles, me estoy convirtiendo en un rosado cocinitas. Ayer, sin ir más lejos, me enteré que lo más fashion, lo más cool, es cocinar al mismo tiempo que ves la receta por las Google glass; yo aun no las tengo pero, para entrenar, me coloco un parche tipo pirata y así cocino a un sólo ojo; difícil pero posible; fijaros si no, en esta tortilla de cebolla con pimiento morrón rojo y verde, con la peculiaridad de  que todos sus ingredientes son congelados. 
Hace mucho que no dedico ningún post al tema de la conservación - congelación de alimentos- y, para los hortelanos como yo, es fundamental. Lo de congelar huevos no está muy extendido y yo, la verdad, sólo le dediqué un post en el lejano  mes de marzo del 2011 titulado "QUE SE PUEDE HACER CUANDO TIENES EXCESO DE HUEVOS"
Veamos esa tortilla de congelados:


Aquí tenemos los tres ingredientes básicos, aros de cebolla y pimiento morrón rojo y verde


bueno, también los huevos ya descongelados.


el primer paso es pochar la cebolla


y los pimientos,


sin prisas, y sin olvidarme de la sal;


en un bol bato los huevos y le añado un casi nada de pimienta;


después de escurrir bien todo el aceite, añado al bol la cebolla y el pimiento ya bien pasaditos


mezclando todo el conjunto


y a la sartén, procurando que esté bien caliente,


una vuelta y !listo!


aquí la tenéis, la tortillita para mi solo,



en un plato individual para cumplir una tentación -cuando estés sin compañía-: comer y ver la tele, la de siempre, no la Google glass.
Una vez un paisano rezaba: "Señor, dame fuerza para huir de las tentaciones, !!pero carallo!!, sin prisas, sin apurar demasiado"........., no vaya a ser que logre escapar de todas ellas.


Os diré, también, que para completar esta tentación sin huida a tiempo, me tomo una copita de vino navarro, baratito, suave, con una etiqueta cuando menos curiosa, que dice:
"Se hace saber que a partir de mañana y hasta nuevo aviso, ha de venderse en todas las tabernas al precio de cinco maravedis el açumbre de buen vino del Reino de Navarra. Sabido es questos vinos son buenos de dar e tomar, ya sean tintos, blancos o rosados. Y para celebrar la fiesta de nuestro Santo Patrón, que se sirvan con pescado, çeçial e rollos secos guisados, tortillas de cebolla, perdyses, conejos, cordero y otras viandas. Que por todos es bien sabido lo qeste refrán dixe: "Bonum vinum laetificat cor hominis"."   Ya veis, mis años de monaguillo no me sirven para saber suficiente latín y ser capaz de traducir esta frase; tengo que recurrir al de siempre: 
EL BUEN VINO ALEGRA EL CORAZÓN DEL HOMBRE.  (amén, digo yo)
También trato de encontrar la medida de capacidad "AÇUMBRE" y nada, hasta que cambio la ç por la z, AZUMBRE




y aquí la tenéis, más de dos litros de vino. También localizo a un poeta, Claudio Rodríguez García, que vivió durante casi todo el siglo pasado, y le dedicó -a la azumbre- un largo y buen poema. Ahí van un par de fragmentos :

"!Nunca serenos! !Siempre 
con vino encima! ¿Quién va a aguarlo ahora 
que estamos en el pueblo y lo bebemos 
en paz? Y, sin especies, 
no en el sabor la fuerza, media AZUMBRE
 de vino peleón, doncel o albillo, 
tinto de Toro. Cuánto necesita
mi juventud; mi corazón, qué poco.

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Y antes de que las lluvias del otoño
caigan, oíd: vendimiad todo lo vuestro,
contad conmigo. Ebrios de sequía, 
sea la claridad zaguán del alma.
¿Dónde quedaron mis borracherías?
Ante esta media AZUMBRE, gracias, gracias
una vez más y adiós, adiós por siempre.
No volverá el amigo fiel de entonces."

y, amigos, esto es todo, pero antes de decir adiós, dejar que os de mi consejito, el consabido "por favor, !ríndete! no tienes escapatoria, ¿no sientes tu persona rodeada por uno de mis abracitos?, pues eso, un abracito"

4 comentarios:

  1. tiene que estar de cine,me apunto a la receta,voy a intentarlo.

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    1. Si que está rica, pero no olvides que mis recetas no son muy originales; desde que estoy jubilado me propuse hacer cosas en la cocina con la única condición que algún ingrediente fuera cosecha mía y ese es mi objetivo. Gracias por leer el blog y por tus comentarios tan positivos.
      Un abracito

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  2. Miguel: A mi también me gustan esos regalos, una mano, una cara alegre, esa mirada pícara y reir mucho, que se abra la mariconera y salgan esos abracitos que me rodeen hasta romperme.
    La tortilla, no la como, los huevos congelados, no.
    Te quiere, tu amiga Manolita.

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    1. Lo de los huevos congelados es un medio descubrimiento que, a los que tenemos gallinas ponederas, en épocas que ponen en exceso, además de regalar, guardas alguno "en conserva" para días de "escasez".
      Gracias por el "TE QUIERO", yo también a ti aunque me gustaría quererte "MAS DE CERCA"
      Como siempre, un abracito

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