CONSERVA DE PIMIENTOS MORRONES

Mis ascendientes por línea materna, mi madre, son, eran de Frechilla, Tierra de Campos, Palencia. Doña Leonor Ruiz de Castro y Pimentel está enterrada justo a treinta kilómetros, en la iglesia de Santa María la Blanca en el pueblo de Villalcázar de Sirga, también en Palencia y os cuento:

origen imagen: www vericuetos 

Iglesia de Santa María la Blanca,  incipiente gótico del siglo XIII, y su impresionante portada con cinco arquivoltas, en pleno Camino Francés.

en su interior, en el de la iglesia, se conservan estupendamente bien, unos sarcófagos en donde descansan el Infante Don Felipe, hermano de Alfonso X el Sabio, y su segunda esposa, Doña Leonor Ruiz de Castro y Pimentel

Doña Leonor tiene en una de sus manos lo que parece ser un pimiento morrón. Todo esto sucedió a lo largo del siglo XIII. ¿Cómo es posible todo esto del pimiento en la mano y lo de Pimentel?  Todos los libros del agro, todas las enciclopedias, todos los datos habidos y por haber dicen que el origen del pimiento es del América central y el norte de Sudamérica y ya sabemos las fechas, llegaron, nos llegaron los pimientos a Europa un par de siglos después. ¿Qué quiero decir con todo esto? No lo se, que quede al libre "albedrío" de cada uno. 

 En noviembre del pasado año publicaba el post http://elsexagenario.blogspot.com.es/search?q=pimientos

dedicado a los pimientos, a sus propiedades, su origen y también como los conservaba congelados. He aprendido algunas cosas nuevas sobre los pimientos, como por ejemplo: que las variedades actuales, las grandes y dulces, son recientes, no tienen más de cien años y también que el color rojo lo adquieren a partir del verde, pasados unos días. Hace años pensaba que el rojo era una variedad propia de otras regiones más cálidas, más del sur de España, y no es así, primero verde y después rojo, ese es el proceso de los pimientos morrones y este año lo comprobé, aunque en este proceso de maduración en la planta se estropearon algunos, pocos, no más de un 10 %

como decía antes, los morrones verdes son inmaduros y su sabor es más fuerte, menos dulce que los rojos o maduros. Vayamos con la cosecha:

Hice la recolección a primeros de octubre, todos juntos,

los verdes, los rojos y los "indecisos" y/o mediopensionistas

gran parte, como en años anteriores, los congelo siguiendo el proceso habitual: abrir y sacar semillas,

lavar, secar bien  y cortar en trozos relativamente pequeños y, por último,

embasar para congelar. Estos pimientos congelados los utilizamos solamente para cocinar, guisos, cremas como por ejemplo de calabaza, etc.;

Y ahora, vayamos con la conserva:

selecciono los más rojos y mejores: los lavo bien y los seco

corto una ruedita

para poder vaciarlo de semillas

y algún nervio blanco, si es necesario

caliento el horno a +/- 180 ºC (calor arriba y abajo),

un poco de aceite de oliva en una bandeja de horno,

distribuyo los pimientos en la bandeja y también los pinto con aceite,

y sin más, para adentro 

no me preocupé del tiempo en el horno pero sí estuve pendiente de la piel de los pimientos y de darles la vuelta si es necesario; cuando se arruga y se nota que la piel se despega, es el momento de 

retirarlos con cuidado

y esperar a que enfríen un poco

para, con ayuda de Marisol, retirar la piel. Se despega fácilmente.

No hice tiras con éllos, los doblé con cuidado y los introduje en los frascos que tienen una capacidad de 200 centilitros. Los relleno con los líquidos y el aceite del asado, unos granitos de sal y un chorrito (pequeño) de vinagre de Jerez  dejando un par de centímetros de espacio. Los cierro herméticamente

y a la olla. 40 minutos en una abierta y 20 en una rápida o de presión

retiro con cuidado de no quemarme

y a guardar. Este tipo de conservas son como las personas, ganan, "ganamos" con el tiempo, con la madurez (sin pasarse). A la hora de consumirlos, al abrirlos, pongo atención de que haga el ruido característico de los frascos que tienen buen vacío. También es importante usar tapas con el clásico "clic". Pues eso, "ojo con el botulismo".

La frase:

LA VIDA NO SE MIDE POR LAS VECES QUE RESPIRAS, SE MIDE POR LAS VECES QUE TE DEJAN SIN ALIENTO. (anónimo)