Un día, mientras paseaba por un mercado de La Coruña, el bloguero "El Sexagenario" oyó, delante del puesto de un carnicero, a un cliente que pedía el mejor pedazo de carne.
-En mi establecimiento- respondió el Sr. carnicero-, cada pedazo de carne es el mejor. No podrás encontrar uno solo que no lo sea.
Esta respuesta hizo pensar a el Sexagenario, el cómo sería posible adivinar que parte de cada animal "comestible" sería la más sabrosa, la más exquisita, la que sorprendiera su paladar que, por lo que se ve, permanecía adormecido desde los lejanos años sesenta del siglo pasado. En aquellos años, previos al mayo aquel famoso y revolucionario, nadie, o casi nadie, se salía del guion en cuestión de menús de fiesta, o sea: espárragos dos salsas, merluza a la romana, carne asado, y ¿de postre?, el clásico flan, pero de huevo ¿eh?. Bueno, para los mayores estaba la tarta al whisky, que venía a ser la Contesa de entonces regada con un aún incipiente y joven DYC.
En aquellos años yeyés, además de aprender a bailar el twist, era imprescindible saber hacer salsa rosa. Sabíamos mejor lo de "mayonesa, un poco de kétchup, zumo de limón, zumo de naranja y un poco de coñac", que los nombres de los componentes tecnócratas del gobierno de turno.
Si mal no recuerdo haber leído estos días, este verano se celebró el cincuenta y nueve aniversario de la aprobación del decreto promovido por el "ministro aperturista", nuestro paisano Fraga, del PLATO COMBINADO y el PLATO DEL DÍA, año 1965 . Fueron tiempos en donde los bares se llamaban cafeterías y los restaurantes pasaban a ser de: lujo, primera, segunda, tercera y cuarta categoría, y, según su rango, estaban obligados a incluir en la carta vinos de primera categoría, y los platos traducidos a un perfecto inglés y francés. El pan y el agua siempre tenían que ir incluidos en el precio, aunque estos nunca debían superar las 250 pesetas en los de lujo, y las 170, 90, 60 y 50 en los de categoría subsiguientes.
En estos bares-cafetería, los pudientes y/o hacendados podían elegir un plato combinado a la carta y, para la tropa, o sea, los menos pudientes y/o menos hacendados, el combinado turístico.
En aquellos años yeyés, además de aprender a bailar el twist, era imprescindible saber hacer salsa rosa. Sabíamos mejor lo de "mayonesa, un poco de kétchup, zumo de limón, zumo de naranja y un poco de coñac", que los nombres de los componentes tecnócratas del gobierno de turno.
Si mal no recuerdo haber leído estos días, este verano se celebró el cincuenta y nueve aniversario de la aprobación del decreto promovido por el "ministro aperturista", nuestro paisano Fraga, del PLATO COMBINADO y el PLATO DEL DÍA, año 1965 . Fueron tiempos en donde los bares se llamaban cafeterías y los restaurantes pasaban a ser de: lujo, primera, segunda, tercera y cuarta categoría, y, según su rango, estaban obligados a incluir en la carta vinos de primera categoría, y los platos traducidos a un perfecto inglés y francés. El pan y el agua siempre tenían que ir incluidos en el precio, aunque estos nunca debían superar las 250 pesetas en los de lujo, y las 170, 90, 60 y 50 en los de categoría subsiguientes.
En estos bares-cafetería, los pudientes y/o hacendados podían elegir un plato combinado a la carta y, para la tropa, o sea, los menos pudientes y/o menos hacendados, el combinado turístico.
Aquí tenemos a nuestro ministro, en compañía de personalidades norteamericanas de la época, bañándose en la playa de Palomares.
Por cierto, ¿Qué estará haciendo el paisano situado en segundo termino de la foto?
Pero de los platos combinados, esa innovación que vivimos los de mi generación en el tema del ¿mal? comer "distinto", ya lo dije todo en el post que publiqué en el verano del 2012; pulsa en PLATOS COMBINADOSy verás los problemas que teníamos los niñatos a lo largo de aquellos años sesenteros.
¿pinchaste en platos combinados? ¿Qué te pareció el post?, para mí es un fiel reflejo de cómo viví la época
¿añoro la cafetería Linar?, hombre, no creo, todo eso está vivido...
En fin, vayamos con el ossobuco, el hueso hueco, parece ser que significa esa palabra italiana, de la zona de Lombardía.
OSSOBUCO CON HOJALDRE
para comenzar, un trozo de carne de +/- 200 gr. y un hueso, son suficientes para preparar un caldo de carne en una olla rápida o presión (cada día son mas escasos los huesos de caña)
la masa de hojaldre no es barata precisamente, 2,10 € comprando una Ud., la mitad de precio si compras la segunda.
el corte del jarrete, según leí, debe de ser de unos tres centímetros.
Es imprescindible darle unos cortes a la piel que envuelve los trozos para evitar que se retuerza y se deshagan las piezas de carne al sellarlas. Este, por lo que se ve, está impecable, !!buen producto y buenas profesionales las carniceras de este super Familia de Perillo!!
preparo dos o tres zanahorias, dos cebollas, un puerro o dos y dos o tres dientes de ajo
que sofrío a continuación en abundante aceite sin olvidarme de salpimentar
agrego un par de tomates en trozos, sin piel
enharino la carne y la sello, bien en una sartén o bien ya en la tartera que se va a cocinar
cuando están ya cocinadas las verduras y el vino ha reducido
añadimos el caldo de carne para mezclar todo y cocinarlo un rato en la sartén antes de agregarlo a la tartera con la carne que previamente he salado
más de hora y media estará cocinándose a fuego medio antes de
añadir guisantes y pimiento rojo en trozos
y así queda, amigos, después de esas casi dos horas cocinándose.
¿qué hago ahora? ¿eh?
ahora extiendo la masa de hojaldre
traspaso la carne de la tartera a una de barro, que previamente he calentado un poco
coloco la masa a modo de tapa
y para dentro, para el horno a +/- 20 minutos a 170 - 180 ºC, (por esta vez no pinté el hojaldre con huevo batido)
sí la pinché para dejar salir los vapores, y así quedó, bien, muy bien, ¿verdad?
Esto es el plato final; esta vez hice puré de patatas en vez del clásico arroz en blanco o rissoto, como mandan los cánones italianos, pero me gusta más emparejar el puré con el hojaldre.
La carne? exquisita como cualquier plato cocinado durante dos horas; el puré? como siempre, y el hojaldre? chuli y distinto. Volveré a hacer este plato.
Nada amigos, este plato, como otros muchos publicados en este mi blog, es fácil de hacer para nosotros los jubilados sexagenarios y más. Los amigos, las amigas, tu mujer, la vecina, la tuya, la del de más allá, cuando lo prueben, si lo haces, claro, seguro que lo encuentran así como un "que quieres que te diga", pero yo te digo que este plato sí lo pones en cualquier choco vasco o casa de reunión de larpeiros gallegos, da el golpe !palabra!
!!PRUÉBALO!! y luego me dices.
Nada más amigo lector y seguidor de este mi blog, solo me resta decirte que te rindas de una vez, que no tienes escapatoria, ¿no sientes tu persona rodeada por uno de mis abractitos? pues eso, un abracito.
La frase (a propósito de mujeres, esposas, señoras, amigas, amiguis, etc):
BIGAMIA ES TENER UNA ESPOSA DE MÁS, MONOGAMIA ES LO MISMO (Oscar Wilde)
Y como regalo, ahí va todo en un paquete: Enrique Guzmán, los Teen Tops y Popotitos, son de la época de la cafetería Linar
que lo disfrutes como yo
Una exquisitez de plato. Para mi la carne mas rica, el jarrete y si es de Galicia, el mejor.
ResponderEliminarGracias Miguel Ángel por esta receta tan buena y trabajosa.
Me siento rodeada por ese abracito.
Muchas gracias por leer este blog y gracias también por este comentario tan agradable.
ResponderEliminarOtro agradecido abracito.