jueves, 31 de enero de 2013

GALLINAS DE SANGRE AZUL

Creo que allá por el medievo, o esos siglos de por ahí, por esas épocas,  era de vulgares lo de ponerse al Sol. La gente bien era muy tiquismiquis en eso de la morenez, y no permitía que le diera la luz solar de forma directa. Claro, si tu ocultas tu piel, acaba siendo más blanca que la de tu vecino (la ropa no, lo otro).

Este caballero, en actitud de espera a que se ponga verde el semáforo, salía de su castillo así, de esta guisa, hasta para comprar el pan. Con este modus vivendi, la gente bien conseguía evitar los rayos solares y, de paso, se hacía  experta en continencias, ya que todavía no se había inventado el acero inoxidable y, ya sabemos todos, lo corrosivo que es el pis.


Bueno, pues que la nobleza, los caciques, los hidalgos, los terratenientes, los jefes de los prioratos, los recaudadores, y toda esa buena gente que se dedicaba en cuerpo y alma a generar trabajo aumentando los diezmos, era más blanca que lo de clysident, tanto que cuando aparecieron los indios lo tuvieron fácil para bautizarnos ""rostro pálido"" pero en general.


Claro que un poco antes, con eso de que viene el Renacimiento y con él, el culto al hombre y la manía de desnudar  a la basca, mayormente a los hombres, fue cuando  empezamos a tomar conciencia de los atributos después de verlos y sopesarlos. Y eso que, según Torrente (Ballester), algunos no lo pudieron superar (lo de ver los atributos) y quedaron pasmados pa siempre.


Yo, la verdad, no me lo quería de creer hasta que leí "Crónica del Rey pasmado". Pues señores, que resulta que esta nobleza tan noble, después de tantos años evitando el Sol, consiguió que sus venas a través de su piel parecieran transportar sangre azul. Escribo todo este manifiesto (rollo) después de haber leído la noticia de  



que nuestra más alta representación de la nobleza, la de más sangre azul, aquella que al pasar por cualquier puerta, hasta la Reina de Inglaterra le tendría que ceder el paso, nos confiesa a través de la prensa nacional y sin ningún tipo de rubor que ""uno de sus sueños era tener su propio gallinero y en eso anda su marido Alfonso Díez, que lleva unos meses volcado en esa construcción que hoy ya es una realidad, y que ahora quiere poblar con especies de distintas partes del mundo. En esa tarea le puede asesorar el duque de Terranova,  (y también yo), y mi amigo y vecino Lolo el albañil, otro entendido en gallinas exóticas y, hasta quién sabe, si ahora que el matrimonio aristócrata está de viaje en Tailandia, allí puedan interesarse por algún ejemplar con el que inaugurar este gallinero que no deja de ser otra genialidad de la duquesa"". Este texto entrecomillado es la información completa que nos da la prensa y, la verdad, me parece incompleta porque, ¿Qué sangre tienen o tendrán estas gallinas que van a cohabitar con tan altos personajes? Nadie lo sabe, pero claro, si buscas siempre aparece algo:


estos huevos azules ¿serán el comienzo de la nobleza  avícola doméstica? (también llamada de "transpatio").  Si la Sra. Duquesa consigue huevos así, de este color tan noble, puede ganar un pastón. Pensar que la docena de huevos de corral color vulgo (morenos) ya anda por los 4 euros. Multiplícalos por bastantes docenas y lo dicho, un pastón. Digo bastantes docenas porque según la noticia, el Sr. Díez lleva algunos meses dedicado al también noble oficio de "paleta" empeñado en la construcción del alojamiento gallináceo; por el tiempo, varios meses,  no debe ser un gallinero de esos, de andar por casa. Seguro que tiene entre otros, servicio de peluquería


para cardar un poco las plumas, sobre todo cuando sea día  de recibir en casa. Porque claro,


uno así no sería de recibo, !!que dirían las visitas!!
No quiero ser prepotente pero en este mi blog, "El Sexagenario", en abril del año pasado, publiqué el post http://elsexagenario.blogspot.com.es/search?q=gallineros,+gallinas,+huevos  
donde los que os vais a iniciar en el noble arte de "la ganadería de transpatio" encontraréis la normativa de la Unión Europea específica para estos menesteres. Mejor antes que después, no sea que nos pase como con las ayudas del algodón. Porque me imagino que pediréis ayudas ¿no? Léete este post pinchando en el enlace, y aprenderás, incluso, a bailar el chotis.
Bueno amigos, termino esto de las gallinas porque ya me quedé tranquilo. Es que estas noticias hacen que me venga arriba, que tenga como un subidón al saber que, por una vez, me he adelantado a las nobles costumbres de la siempre sabia nobleza.
Y me despido como siempre, tomándome la libertad de darte un buen consejo: Por favor, ríndete, ¿no ves que no tienes escapatoria?, tu persona está rodeada por uno de mis abracitos.
Pues eso, un abracito

Me olvidaba de la tradicional frase:
A VECES, LA FALTA DE CALLOS ES EL ÚNICO CERTIFICADO DE NOBLEZA (Valeriu Butulescu, escritor rumano)

Y no me puedo resistir a esta (otra de autor anónimo):
UNOS SE CASAN POR LA IGLESIA, OTROS POR IDIOTAS

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